Todo un conjunto de actividades relacionadas con la cultura del trabajo en el mar se ha convertido hoy en día en el denominado "turismo marinero", gracias a la unión de esfuerzos entre asociaciones y cofradías para dar a conocer su trabajo.
Con el tiempo sus talleres y excursiones han crecido y destacado por su atractivo e interés, igual que ha crecido el número de turistas que disfrutan de esta experiencia. En rasgos generales, este tipo de turista es curioso con la vida diaria de los lugares que visita, respetuoso con la idiosincrasia de su cultura y está interesado en conocer la procedencia de lo que aparece en los menús.
Podrás comenzar el día bien temprano visitando las lonjas de altura, las de los grandes barcos con toneladas de capturas y sus frenéticas subastas a viva voz, además de disfrutar de la relativa calma de las pequeñas lonjas de los pueblos marineros, rodeadas de un universo propio de trabajadores y oficios. Será inevitable curiosear y acercarse a las carpinterías de ribera o a los almacenes de redes, donde se realizan tareas fundamentales e imposibles de sustituir por máquinas.
Subirse a bordo de un barco y asistir a la extracción del mejillón de batea puede que termine con el premio de este delicioso producto preparado nada más que al vapor y con un poco de limón, y otra parte del viaje consistirá en conocer el funcionamiento de estas plataformas de madera que descansan plácidamente en las tranquilas aguas de las Rías Baixas. Queremos que conozcas por qué Rías Baixas es uno de los primeros productores de mejillón del mundo y su sello de calidad Mexillón de Galicia.
El marisqueo en las playas es una imagen característica de la ría de Arousa. Allí podrás acompañar a las profesionales del marisqueo en su jornada y terminar la excursión en la lonja y ver las subastas.
Alrededor de estos oficios el mar ha creado lugares, paisajes y una cultura propia llena de símbolos y lenguajes. Leyendas e historia acompañan a los faros que salpican la costa y que permanecen como guardianes de las y los trabajadores del mar. Existen rincones de la naturaleza y acuarios donde podréis avistar la fauna autóctona de las rías y las marismas; los museos dedicados al mar, a la pesca y a su evolución y repercusión también tienen cabida en Rías Baixas; y los paseos en embarcaciones tradicionales pueden ser el entorno ideal para degustar los platos preparados con tu pesca en los talleres que se ofrecen.
Todo un mundo dedicado al mar que ahora se pone a disposición de quien lo quiera conocer.
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