Finalizado el mes de agosto queremos que sea la directora y propietaria del Hotel, Raquel Santamaría, la que nos cuente en primera persona cómo ha gestionado esta temporada para la que nadie estaba preparado.
Raquel, ¿cómo ha resultado la temporada?
La temporada ha sido corta e intensa, la verdad. Nosotros decidimos no abrir hasta el fin de la Fase 3, de forma que nos diese tiempo a formar al personal y a prepararnos bien para recibir en condiciones óptimas de seguridad a nuestros huéspedes.
A nivel de ocupación estamos moderadamente satisfechos, sobre todo con el mes de agosto, teniendo en cuenta las expectativas con las que comenzamos.
En nuestro caso hemos querido limitar la ocupación máxima a 35 de las 50 habitaciones, de forma que pudiésemos manejar los aforos de una manera segura para todos.
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¿Cómo se ha adaptado el personal del hotel a las nuevas normas de prevención frente al COVID-19?
El equipo ha respondido mejor que bien. Todos han implementado en sus protocolos de actuación las nuevas normas de prevención de riesgos.
Estoy muy agradecida a todos ya que no es fácil trabajar todo el día con mascarilla, manteniendo la distancia y realizando una desinfección continua de manos y de todo el material de trabajo y el mobiliario.
¿Qué departamento del hotel ha tenido que cambiar más su forma de trabajar?
Todos los departamentos han tenido que adaptarse muchísimo, empezando por la recepción del hotel que hemos protegido con mamparas ya que la distancia de seguridad a la hora de realizar la entrada y la salida son inviables.
Cocina ya tenía unos protocolos de higiene muy exhaustivos, pero ha habido que familiarizarse con nuevos productos de limpieza y, al gorro y guantes ya habituales, hemos tenido que añadir las mascarillas.
El restaurante ha tenido que reorganizarse, estableciendo turnos para desayunar y cenar y dotándolo de más personal para poder realizar una correcta asistencia del buffet de desayunos y una desinfección continua del comedor.
El departamento de pisos es quizás el que más cambios ha sufrido. Hemos tenido que aumentar los tiempos dedicados a la limpieza de las habitaciones y de las instalaciones comunes, establecer nuevos protocolos y familiarizarnos con nuevos equipos de protección persona y con nuevos productos de limpieza homologados por Sanidad, ya que no se trata solo de limpiar mucho y bien sino también de desinfectar absolutamente toda la habitación para la entrada de cada nuevo cliente.
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¿Y los huéspedes? ¿Qué tal se han adaptado?
En general se ha adaptado a todo fenomenal. Les estoy muy agradecida por su flexibilidad y comprensión.
Desde el hotel, ya antes de la llegada se les informó por escrito de cómo iban a funcionar los servicios, los turnos para desayunar y cenar, la reserva para el uso de la piscina, el uso obligatorio de la mascarilla en todo momento… todos venían ya con una idea bastante clara de lo que se iban a encontrar y creo que el haberlo organizado de esta forma nos ha facilitado también que el huésped se sintiera seguro durante la estancia en Villa Covelo.
¿Cuáles son tus expectativas a partir de ahora?
Pues este año, cerraremos el 10 de septiembre, 1 mes antes de lo habitual debido a tres factores fundamentales: El aumento de casos, la bajada de ocupación y elevado coste de recurso humanos y materiales que supone mantener las instalaciones abiertas sin una ocupación aceptable.
A partir de ese momento nos pondremos manos a la obra para comenzar a preparar la temporada 2021. No sabemos si para entonces la situación habrá mejorado o continuaremos en pandemia, pero en todo caso, 2021 es Año Santo y nosotros estamos en una de las variantes del Camino Portugués, la Variante Espiritual. Confío en que esta circunstancia nos ayude a tener una temporada más larga que la de este año y en mejores condiciones de ocupación.
De lo que sí estoy segura es de que mi sector no se recuperará del todo hasta que la población global no tenga acceso a una vacuna que acabe de una vez por todas con esta pesadilla en la que estamos inmersos.
¿Una última frase para resumir esta temporada?
Prueba superada.
